La batalla campal entre barras de Independiente y la U de Chile expuso una trama mucho más densa que la violencia en las tribunas: disputas y negocios de poder y la incapacidad de clubes, gobiernos y Conmebol para controlar un fenómeno enquistado hace décadas. El episodio desató cruces entre la ministra Bullrich, el ministro bonaerense Alonso, AFA y Conmebol, mientras Boric exigió garantías para los chilenos. La crisis golpea a Independiente, bajo sospecha por el vínculo de la dirigencia con la barra y la amenaza de sanciones deportivas que repercutirán en su frágil economía. Leer más

» Fuente: Perfil.com